El mundo vive momentos de incertidumbre; los mexicanos estamos acostumbrados a que cada día sea un volado, una completa incertidumbre.
Según el afamado conferencista Tony Robbins, después de recorrer el mundo y entrevistarse con los más grandes de cada sector, existen 6 necesidades humanas, donde las dos primeras van vinculadas: certezas e incertidumbres. Esa es la base de nuestro sistema humano, estas dos van jugando límites; una vez que tenemos nuestras certezas completas, entran nuestras incertidumbres y viceversa. Según Robbins nuestra calidad de vida se ve reflejada porque tantas incertidumbres podemos llegar a tolerar y es por eso que tener certezas es un descanso mental.
Entonces, ante un panorama totalmente incierto, un plan suena bien en estos momentos. La cuarta transformación, más allá del debate ideológico o político, representa un plan, nos guste o no. Es un plan y eso brinda certidumbre en un día a día lleno de incertidumbres.
Este plan va acompañado de una narrativa; la narrativa es la historia que se crea alrededor del plan para que la gente lo comprenda. Al igual que Galeano, seguramente me han escuchado repetir lo que la poeta estadounidense Muriel Rukeyser escribió: “El mundo no está hecho de átomos, sino de historias”. Y México está lleno de historias. ¿Por qué es importante hacerle una historia? Bueno, porque una historia sirve para dar orden al caos; entonces, ante muchos elementos caóticos, el generar una historia le da un rumbo, un orden, un cauce. Por cierto, a la frase de Rukeyser yo le agregué una parte importante: “El mundo no está hecho de átomos, sino de historias, y ¿quién gana? No sólo quien tenga la mejor historia, sino quien la cuente mejor”.
Y, por último: una agenda. De nada sirve tener un plan y una narrativa que ya hayan permeado si no se ejecuta a través de una agenda. La agenda son todas esas acciones diarias que hacen que el plan y la narrativa tomen forma.
A lo largo del país también vimos algunos estados que refrendaron su triunfo desde distintos partidos, como en Jalisco, Guanajuato y Querétaro, donde se ha seguido un plan, una narrativa y una agenda.
Estas tres son una fórmula no solo para un gobierno de México, sino también para nuestras empresas. Lo importante es que lo que aprendimos lo ejecutemos en nuestros negocios. Identifica cuál es tu plan, cuál es tu historia y si coincide con tu agenda. Si no es así, es un excelente momento para regresar y articular estos tres conceptos que nos llevan al éxito.
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